
Suzuki Shizuka (Miyoshi Ayaka) trabaja en una gran empresa comercial. Un día, ella es hipnotizada por un hipnotizador. Por hipnosis, cada vez que escucha música, incluso si es un tono de llamada de un teléfono celular, no puede evitar cantar y bailar. Shizuka Suzuki acude al hipnotizador para romper el hechizo, pero él no está allí.