
Yuma es una mujer adulta ahora con las obligaciones y deberes que vienen con ella. No importa que haya pasado 37 segundos sin respirar al nacer, lo que resultó en que se desarrollara y viviera con parálisis cerebral. Ella es discapacitada. Se esfuerza por actuar bajo coacción mientras hace malabares para aspirar a ser una artista del manga. Con el mundo que la utiliza y la realidad que conlleva su discapacidad, se embarca en una exploración sexual para comprender el tema que le exige un empleador.